A veces las cosas no son como parecen...
Qué fácil es dejarnos llevar por las apariencias! y lo peor es que llegamos a estar convencidos de que no nos equivocamos. Nuestras percepciones, nuestros prejuicios nos juegan malas pasadas.
Esto suele ocurrir por nuestra falta de atención, falta de empatía y poca apertura mental.
En la selección de personal debemos ser muy conscientes de todo esto. Hemos de ser objetivos y para ello es muy importante saber escuchar al entrevistado. Hay que trabajar en nuestras competencias emocionales y no prejuzgar por una simple apariencia e imagen, o por un simple comentario.
Sabemos de la importancia del Cv a la hora de seleccionar a un candidato, pero no es suficiente. Es imprescindible una entrevista personal, llevada a cabo con la mente abierta.
Hay que saber dar la oportunidad de expresarse y valorar esos aspectos personales que no se ven a simple vista. Tenemos que ser generosos con la persona que tenemos delante y saber ponernos en su lugar. Entender sus miedos, su situación, su valentía. No sólo hay que abrir bien los ojos, también los oídos y, en definitiva, todos los sentidos!
Nos maravillaremos de cosas que a simple vista eran inconcebibles.
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